Dismorfia de Snaptchat

Hasta no hace tanto, un cierto número de jóvenes acudían a las consultas de medicina estética con la idea de que su nariz, sus pómulos, sus labios o su mentón fueran como los de Angelina Jolie o los de Kim Kardhasian.

Ahora, sin embargo, gracias a los peligrosos filtros de Snaptchat, TikTok o Instagram, este tipo de pacientes quieren parecerse a su propia imagen digital. Como quiera que Snapchat fue la primera red con filtros, la obsesión consistente en sobrevalorar la percepción de un defecto físico es una afección de salud mental incluida en el TDC (Trastorno Dismórfico Corporal) que cursa con un importante componente de ansiedad y que se conoce como “Dismorfia de Snapchat”.

La Dismorfia de Snapchat afecta principalmente a adolescentes y está retroalimentada por el feedback que ejercen los “likes” de sus publicaciones.

Los jóvenes vienen a la consulta de medicina estética, con el móvil en la mano, queriendo ser sus propios selfies retocados: labios más gruesos, mandíbula o pómulos muy prominentes… Los mayores, en cambio, pretenden ser más jóvenes.

El médico estético debe detectar precozmente esta patología, poner al paciente en aviso y ofrecerle ayuda psicológica.

Los médicos estéticos estamos obligados a realizar un diagnóstico personalizado y a explicar las limitaciones del tratamiento. Hemos de buscar una armonización facial natural a través de resaltar lo mejor y de atenuar lo negativo. Hay que mantener las facciones, mejorar los defectos producidos por el paso de la edad y embellecer la piel.

Dr. Arsenio Menchero Sánchez